Es el sueño de cualquier apasionado de la historia, un medio que nos permite transportarnos a diferentes épocas y momentos decisivos de la humanidad. Usaremos esta peculiar máquina del tiempo para viajar a todos esos lugares soñados, independientemente de si quedan lejos de nosotros o de si desaparecieron para siempre. La palabra escrita, la fotografía y el video serán nuestros acompañantes y nos facilitarán esta tarea.

Desde Pandora, nuestro lugar de encuentro, nos aventuraremos cada mes en un destino concreto de la historia. Para ello lo único que tendremos que hacer es programar nuestra máquina con los datos correspondientes y dejarnos llevar por todo aquello que veremos y oiremos.

Buen viaje.

PRIMER DESTINO

Lugar: TEBAS. Capital de Egipto durante los Imperios Medio y Nuevo, estaba situada en la actual población de Luxor.

Coordenadas: 25º 43′ 59.988″ N y 32º 36′ 0″ N

Fecha: 1425 a. C.

Información útil para el viaje:

Tutmosis III, el gran faraón guerrero, acaba de morir. Es justo en este momento en el que se llevan a cabo todos los rituales para su enterramiento, cuando nuestra máquina del tiempo nos transporta hasta Tebas.

La población manifiesta un doble sentimiento en estos días; por un lado se sienten desolados por la muerte de su dios, pero por otro están tremendamente orgullosos del apogeo que vive su imperio, más teniendo en cuenta que unos cien años antes estuvieron invadidos por un pueblo extranjero. Desde aquella fecha las historias se fueron transmitiendo de padres a hijos, y a nuestra llegada al corazón del imperio egipcio, nos relatan lo que ocurrió.

Egipto fue invadido por el pueblo Hicso alrededor del año 1645 a. C. y durante 150 años impusieron su poder en estas tierras. No obstante, los egipcios no estaban dispuestos a que esta situación se prolongase por más tiempo y apareció en escena una familia que pudo llevar a cabo tan arriesgada empresa. El rey de Tebas, Sekenenra Taa, inició un proceso que culminarían sus hijos Kamosis y Ahmosis en el año 1537 a. C. Egipto volvía a ser un imperio libre e iniciaba de esta forma el período más glorioso de su historia, el llamado Imperio Nuevo.

En los inicios de este período aparece en escena la figura de Hatshepsut, un faraón distinto a todos los demás, un faraón mujer que consiguió reinar con éxito en Egipto durante 22 años. Al morir su padre, Tutmosis I, ascendió al trono uno de sus hermanos, Tutmosis II, pero era un joven enfermo que sólo logró gobernar durante 3 años. A su muerte el siguiente en la línea de sucesión era Tutmosis III, un niño que aún no estaba preparado para ocupar el trono, por lo que Hatshepsut tomó las riendas del país como corregente. Pero no se quedó ahí, sino que gracias al apoyo de personajes importantes de la corte y a sus enigmáticas habilidades personales se hizo coronar como rey del Alto y Bajo Egipto.

La civilización en la que nos encontramos muestra un gran respeto a las mujeres en comparación con otras culturas de la época, pero no asumen la figura de un faraón femenino, va contra el orden natural de la vida (el maat). Por eso Hatshepsut se hacía representar con barba, atributo propio de los reyes y, lo que es más importante, se hizo declarar hija carnal del dios Amón, por tanto un ser de naturaleza divina, y diosa ella misma.

En el año 1458 a. C. el faraón mujer desapareció de escena, probablemente debido a su muerte. La sucedió su hermanastro Tutmosis III. Éste, quizás resentido por el papel principal que había adoptado Hatshepsut hasta el momento, hizo eliminar su nombre de todos los templos del país y de la lista oficial de reyes de Egipto. Quiso borrarla de la historia, pero es evidente que no lo consiguió.

Sólo cien años atrás Egipto había estado al borde de la extinción, pero ahora, al final del reinado de Tutmosis III, es un imperio que controla Nubia, las costas de Siria, Líbano y partes de Israel y Palestina. El mayor y más rico imperio de la historia construido hasta el momento. Y supone, además, el primer intento de crear un todo unificado con naciones de diferentes credos, diferentes tradiciones y diferentes lenguajes. Este concepto es la primera vez que se lleva a cabo en la historia.

Bien, pues con la información necesaria para situarnos, sólo nos queda un paso, comenzar el viaje… (ah, y no te preocupes, al finalizar, nuestra máquina nos traerá sanos y salvos de vuelta a la actualidad).