Como sabéis vengo colaborando en este apartado de Varios con la sección de documentales históricos “La Máquina del Tiempo”. Un trabajo muy motivador que a partir de este mes iré combinando con otro que me resulta igualmente interesante, una historia más cercana a nosotros, una historia sobre las curiosidades y leyendas de nuestra ciudad, Sevilla.
TÚNELES Y PASADIZOS OCULTOS
Empecemos primero por los túneles romanos. Olvidados durante siglos y lejos de todo interés, estos túneles no tienen nada de especial, son meras cloacas. Bien conocido es que los romanos siempre cuidaron mucho el aspecto sanitario. Cuentan que en siglo XIX, durante un carnaval, una esclava se escapó por uno de estos pasadizos, levantando una loza. Este pasadizo pudo investigarse posteriormente cuando se estaban realizando obras en la calle Abades en 1970.
Otro subterráneo de la misma época es el de la calle Argote de Molina, donde hoy está el Restaurante Don Raimundo. A este callejón se le llamó durante los siglos XVI y XVII, el Callejón de las Brujas.
En la época musulmana se habla de galerías que van desde la Catedral hasta la calle García de Vinuesa, que probablemente fueran desagües de la antigua Mezquita. También en la calle Feria existió una galería o mina entre los siglos XIV y XV. Por allí corría un arroyo con caudal suficiente para mover una rueda de molino. Algo parecido se dice de la calle San Eloy. Hay, por otro lado, algunas referencias a un pasadizo en el Barrio de Santa Cruz que salía fuera de las murallas, pero parece poco probable, ya que los judíos de la época de la historia de la Susona se habrían escapado.
No cabe duda de que uno de los símbolos de la ciudad de Sevilla, junto con la Catedral, es el Alcázar Antiguo. Al tratarse de un baluarte militar, no es extraño pensar que se debieron hacer algunos pasadizos para ayudar a la fuga en caso de peligro. Era costumbre de fortalezas como ésta el tener salidas ocultas con acceso a las afueras de la ciudad, para mensajeros u otros enlaces. En efecto tal pasadizo existió, y se pudo ver cuando hace 30 años se hicieron reformas en la Antigua Fábrica de Tabacos, actual Universidad. El pasadizo cruzaba hasta la calle de San Francisco, dirección sur-oeste. Desgraciadamente, hoy en día es inaccesible debido a la cimentación de la Fábrica de Tabacos. Esta galería puede que sea de época posterior a la musulmana, quizás de la época de Pedro I El Cruel.
Las leyendas nos llevan también a este rey, ya que indican que existió otro pasadizo desde el Alcázar hasta la torre (ahora hacienda de Doña María, sita en el término de Dos Hermanas), por el que el rey pasaba para hacer sus amorosas visitas a su amada María de Padilla, cuando no estaba ella en el palacio. Este pasadizo debió de ser bastante grande ya que el soberano lo transitaba a lomos de su caballo.
En 1492, cuando se realizaban unas obras en la torre de la Parroquia de San Nicolás de Bari, apareció en un subterráneo una imagen de la Virgen que data de finales del siglo XV, y por el lugar en el que se encontró se le puso ese nombre, Nuestra Señora del Subterráneo. Actualmente es titular de la Hermandad de La Cena de nuestra ciudad.
Según el cronista Don Antonio de Ulloa, sevillano y almirante de la Armada, existen pasadizos por debajo de Torneo y en el barrio Humeros. A este último barrio también se refiere el cronista Don Manuel de la Cruz, en el siglo XVIII. Cuenta que en una de las grutas del subsuelo del barrio unos muchachos encendieron una hoguera y murieron asfixiados.
Más recientemente, en la Iglesia de San Esteban, de estilo gótico (s. XV), se han encontrado dos pasadizos secretos que la comunican con la Casa de Pilatos.
Ya veis, muchas veces la historia está justo debajo de nuestros pies.